Cade Cunningham: ¿estrella atrapada en el equipo equivocado?

Cade Cunningham llegó a la NBA en 2021 con el tipo de expectativas que solo el primer pick del Draft puede cargar. Su combinación de tamaño, control del juego, lectura ofensiva y liderazgo lo convertía en la gran esperanza para una franquicia en ruinas como los Detroit Pistons.

A cuatro años de distancia, la pregunta ya no es si Cade tiene talento, sino si lo está desaprovechando en el contexto más disfuncional de toda la liga.

📉 Un entorno que no lo ayuda

Desde su llegada, Cunningham ha sido víctima de una reconstrucción interminable: cambios constantes de entrenador, poca identidad en la cancha, ausencia de veteranos funcionales y decisiones de plantilla que muchas veces parecen más experimentos que estrategias.

Detroit no ha mostrado señales de progreso. En la 2023-24, el equipo fue protagonista de uno de los peores arranques en la historia de la NBA, acumulando 28 derrotas seguidas. Ni el regreso saludable de Cade pudo evitar el desastre. La temporada 2024-25 mostró una mejora estadística en su juego (22.7 puntos, 7.5 asistencias, 4.3 rebotes por partido), pero su impacto se diluye en un equipo sin estructura.

🧪 ¿Volumen vacío o estrella real?

El debate en círculos NBA ya se instaló: ¿es Cade Cunningham un generador elite atrapado en una mala situación, o simplemente un jugador con volumen que no logra elevar a su equipo?

Los números están ahí, pero los resultados no. Y aunque es fácil señalarlo, lo cierto es que Cade ha jugado sus primeros años rodeado de jóvenes aún sin desarrollar, sin un pívot defensivo dominante, sin tiradores consistentes y sin un sistema ofensivo que lo potencie.

Algunos analistas lo comparan con un Luka Doncic en sus primeros años, pero sin el respaldo táctico de un coach como Rick Carlisle ni compañeros experimentados. Otros lo ubican más cerca de perfiles como De’Aaron Fox o Tyrese Haliburton: bases talentosos que explotaron cuando se les dio estructura y confianza.

🔄 Un verano clave para Detroit

El nuevo liderazgo en la gerencia de los Pistons tiene el reto de revertir el rumbo. Con espacio salarial y varias selecciones de Draft disponibles, la franquicia debe tomar decisiones que dejen de pensar a tres años y empiecen a construir desde el presente.La continuidad de Cade como piedra angular parece asegurada, pero el margen de error se ha reducido. Si Detroit vuelve a tropezar, la conversación ya no será sobre si él puede liderar a una franquicia, sino sobre qué franquicia debería liderar a su lado.

En Dark Sports Analytics seguimos creyendo en Cade Cunningham. Pero también entendemos que el talento necesita dirección. Y Detroit, hasta ahora, no ha sabido dársela.